La Resilencia

Publicado en fecha 22-03-2017

No se puede lograr un desarrollo sostenible sin medios de vida resilientes. Las personas de todo el mundo están cada vez más expuestas a peligros naturales y situaciones de crisis, desde la sequía, las inundaciones, los terremotos y las epidemias hasta los conflictos, las perturbaciones en los mercados y crisis más complejas y prolongadas. A nivel mundial, un 75 por ciento de las personas pobres y aquejadas de inseguridad alimentaria dependen de la agricultura y los recursos naturales para vivir. Normalmente, son las personas más afectadas por los desastres.

La FAO ayuda a los países a incrementar la resiliencia de los hogares, las comunidades y las instituciones para prevenir y hacer frente de manera más eficaz a las amenazas y los desastres que afectan a la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición.

La recurrencia de los desastres y las crisis debilitan los esfuerzos de los países para erradicar el hambre y la malnutrición y para lograr un desarrollo sostenible. Las personas cuyos alimentos e ingresos proceden de la agricultura, la ganadería, la silvicultura o la pesca – alrededor de la tercera parte de la población mundial – suelen ser las más vulnerables y afectadas. El cambio climático, en concreto las perturbaciones meteorológicas extremas, está agravando la situación.

Para hacerles frente, los hogares pobres se ven obligados a menudo a vender sus activos productivos, a reducir sus comidas o abandonar sus explotaciones agrícolas en busca de trabajo. Además, las crisis recurrentes someten a los recursos naturales a una enorme presión, con consecuencias devastadoras sobre los medios de vida como bosques y suelos agotados, suministros de agua escasos y degradación de los pastos.

Las personas con medios de vida resilientes están mejor preparadas para prevenir y reducir los efectos de los desastres en sus vidas. Ellas pueden resistir mejor a los daños, recuperarse y adaptarse cuando los desastres no se pueden evitar.

En la FAO, incrementar la resiliencia de los medios de vida basados en la agricultura frente a las amenazas y las crisis constituye una prioridad de la Organización. La labor en materia de resiliencia de la FAO es multisectorial, y abarca todos los aspectos de la agricultura, a saber: la agricultura, la ganadería, la pesca, la acuicultura, la silvicultura, la gestión de los recursos naturales y las cadenas de valor.

La FAO combina los puntos fuertes de la ayuda humanitaria y las medidas de desarrollo para ayudar a los países a prever y hacer frente a las amenazas y los desastres que afectan a la agricultura, la seguridad alimentaria y la nutrición de manera más eficaz.

El enfoque de la FAO es dinámico. Abordando las causas originarias del riesgo y las crisis y centrándose en su prevención, se puede avanzar realmente para lograr un mundo sin hambre.

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